Vi Novell
Es un vino fresco y afrutado que se embotella antes de finalizar su fermentación. Por tanto, debe consumirse en un breve espacio de tiempo.
Celler Masroig
Durante el mes de noviembre las temperaturas descienden, las horas de sol se acortan y el invierno empieza a asomar en el horizonte. Las bodegas, con la vendimia ya realizada, acumulan recursos para la temporada y fermentan la uva a la espera de los primeros vinos.
Cuando una rama de pino aparece sobre las puertas de las bodegas, se indica que la primera cosecha ya ha sido embotellada: el Vi Novell, tras un corto período de maduración, está listo para disfrutarse.
Alrededor del año 2010, la industria del vino atravesaba una época de cambios y las bodegas buscaban diferenciarse tanto a nivel de producción como de imagen en un entorno cada vez más sofisticado. En este contexto, el Celler Masroig se propuso comercializar el Vi Novell, inédito hasta la fecha en el mercado.
Para diseñar la identidad partimos del concepto de la temporalidad.
El Novell es un vino fresco y sin pretensiones, que marca nuevos tiempos de consumo a corto plazo. Su carácter, efímero y desenfadado, nos permitía crear una serie de etiquetas irreverentes que diferenciasen el producto, alejándose de la complejidad asociada a la industria del vino.
El formato del Vi Novell nos permitía asumir riesgos formales, crear ediciones limitadas, pero esto no implicaba caer en ejercicios vacíos de contenido. Todo lo contrario; más allá de las etiquetas, pretendíamos reivindicar la fuerza de la tradición histórica que ha acompañado a la producción de este vino a lo largo de los años.
Para las primeras ediciones vinculamos el Vi Novell al contexto de festividades populares que lo rodean. Centrándonos en la celebración de Sant Martí, que coincide temporalmente con la aparición del vino, recuperamos refranes sobre la matanza del cerdo, la llegada del invierno y la aparición de las primeras cosechas.
Además de los eventos para prensa especializada, recuperamos la celebración del nacimiento del vino, organizando una fiesta en las bodegas Masroig a la que acudieron los trabajadores, la gente del pueblo y sus alrededores. Con los años este acontecimiento, al que se han sumado otras bodegas, se ha popularizado hasta llegar a promocionarse desde las instituciones locales, logrando aportar visibilidad al pueblo y enriqueciendo su entorno cultural.
El Laus recibido en 2010 por el proyecto fue el primero de los reconocimientos al trabajo realizado junto a la bodega.
Tras más de diez años, el Vi Novell, su etiquetado y las fiestas se han convertido en eventos esperados por el público, que crean expectativas ante cada nueva edición y generan un beneficio total en ventas.
Gracias al Vi Novell, el Celler Masroig ha logrado posicionarse como referente en la industria, ha mejorado la percepción de la marca y ha ganado acceso a nuevos sectores comerciales. Más allá del diseño, mediante el respeto a toda una tradición hemos logrado consolidar los valores de la bodega e impulsar la trayectoria de un producto único, continuista y valiente.